sábado, 25 de septiembre de 2010

¿ACABARÁ LA HISTORIA?

Hace unos días supe por casualidad de la existencia de cierto libro, un libro sencillo pero a la vez cargado de contenido crítico y analítico. Ya antes había oído hablar de él, pero no me interesé porque le daba poca importancia. El libro al que me estoy refiriendo es La Historia después del fin de la Historia, de Josep Fontana (Barcelona: Crítica, 1992).

Más o menos, por hacer una aproximación y explicarlo de forma escueta, sabía de antemano lo que encerraba la expresión el “fin de la historia”, publicado por Francis Fukuyama en el verano de 1989 en The National Interest. Os preguntaréis ahora qué tiene que ver este artículo o porqué su importancia y es que si nos fijamos en el año recordamos la caída del muro de Berlín así como el desmembramiento y posterior derrumbe de la URSS y de toda una corriente política basada en un pensamiento filosófico, claro que a esas alturas ya demasiado tergiversado, que hablaba de la Historia como una lucha continua, un debate dialéctico cuyo producto, la síntesis, simbolizaba el cambio, el progreso, el no estancamiento. Sin embargo este concepto, según Fontana hará más referencia a Hegel, quien ya antes había utilizado la dialéctica en su visión histórica, “toda la sangre y el dolor, la pobreza y las guerras son el precio necesario a pagar para lograr la libertad de la humanidad”, pero sobretodo en su obra Filosofía del Derecho cuando contempla el mundo germánico y las instituciones que comprende el estado moderno europeo como el fin de la historia”.

Pese a todo esto, no es éste el camino que quiere seguir el autor pues el punto de partida del libro es no confundir Historia con ciencia histórica. Su objetivo es analizar qué ha pasado después del fin, del fracaso del marxismo doctrinario. Es entonces cuando distingue entre marxismo como la fortma escolástica y marxiano como el pensamiento personal de Marx. A partir de este punto abarca dos aspectos fundamentalmente, el cientifismo y la falta de globalidad.

Sería muy pesado ponerme a hablar ahora del libro y analizarlo, pues ese no es el cometido del presente texto. La cuestión es ahora Historia y ciencia histórica, dos conceptos que hay que diferenciar y explicar uno a uno de manera que quede una línea divisoria bien delimitada y una idea que halle hueco en nuestras mentes sobre la importancia de cada una.

La Historia es todo lo que nos rodea, es un edificio en construcción continua en la que desde los cimientos hasta la última planta están conectadas y no podrían existir una sin la otra. Los hechos del pasado son los que nos han hecho ser lo que somos, los que nos han hecho aprender, lamentablemente no en algunos casos, los que nos han hecho levantarnos y seguir adelante en momentos malos sabiendo que hubo momentos peores de los que se salió. Se desprecia la Historia y es uno de los tesoros más valiosos que se nos otorga al nacer y crecer y aprender con ello formándose sabiendo de los errores del pasado. Historia no es sólo lo que pasó en el 475 d.C., en 1492, en Waterloo o en la Europa de Entreguerras, la Historia está presente en todo acto acaecido en el pasado y en el presente, somos seres históricos. Hans George Gadamer hablaba de “conciencia histórica”, porque somos conscientes de que somos seres históricos, de que formamos parte de la Historia y contribuimos a ella, de que sucedemos aquí en este momento y de tal forma y no de otra. La Historia no tiene fin, no ha habido ni habrá ninguna fuerza capaz de derribarla ni aún cuando acabe el mundo porque hasta ese simple acto será histórico.

Además no se trata solo de historia de la vida humana, pues mucho antes mientras la morfología continental no estaba aún formada y correteaban los dinosaurios por una superficie terrestre que se iba dividiendo o mucho antes cuando la Tierra era solo mar porque eso atañe al presente al porqué de los continentes y su forma, de los accidentes geográficos y, en resumen, al entorno que rodea al ser humano y que le ha hecho progresar de una forma u otra. No se trata de determinismo geográfico pero sí de matización, pues las personas han sabido responder de igual forma ante los impedimentos que el medio les ha impuesto pero siempre en función de lo que allí encontrasen, esto es, el paso a la domesticación de animales y plantas se produjo en diversos lugares con un esquema semejante y en distintas épocas, pero no con las mismas especies.

Junto a todo esto es digno de mención el papel de la Historia en otras disciplinas, se le resta importancia, pero hay Historia de la arquitectura, Historia de la economía, Historia de la medicina o incluso Historia natural. Además es preciso destacar la función social que juega la Historia en las naciones, pues es el fundamento principal de su ser junto con la lengua y otros elementos culturales como las creencias y el folclore. Lo primero que reclama una nación es una historia propia con la que se ha ido caracterizando, y esto es importantísimo y apenas se aprecia, pero fíjense cómo una sociedad u otra se fundamentan en un pasado que quieren hacer ver cercano, como el Franquismo con la España de los Reyes Católicos y sus sucesores los primeros Habsburgo.

Otro aspecto que no debemos olvidar es la “distancia histórica” de la que habla David J. Lowenthal en su libro El pasado es un país extraño, semejante a lo que se ha dicho anteriormente sobre el aprecio al pasado, la cercanía o lejanía que se quiere guardar con unos hechos u otros ya no sólo en los acontecimientos, sino en los edificios y obras literarias, pictóricas o escultóricas, como aquello de la Edad de Oro de las artes en España.

Mis palabras sonarán algo románticas, pero son las de un apasionado, orgulloso de portar a sus espaldas un pasado que le ayuda a elaborar un mañana que se avecina difícil y dudoso, incierto y posiblemente sorprendente, pero que pese a todo portaré como mi mejor herramienta para que mi esfuerzo y el de muchos ayude a construir un mañana mejor, porque al menos eso espero.

En cuanto a ciencia histórica, que es en lo que se centra el libro con el que abro este texto, ésta si que está en peligro de extinción, si se me permie la expresión. La ciencia histórica, como ciencia social perteneciente al campo de las Humanidades se deteriora por momentos al igual que otras ciencias de su campo. J. Derrida en su libro Universidad sin condición, menciona la decadencia de las Humanidades debido a la falta de utilidad que le dan en favor de las llamadas ciencias duras y de cómo poco a poco se aprecia cierta tendencia a ir reduciéndolas, como en Estados Unidos donde una misma carrera universitaria agrupa a varias disciplinas como Historia, Geografía, Literatura, Filosofía, etc. O incluso en algunas universidades españolas ahora con Grado de Humanidades o Grado conjunto de Geografía e Historia.

Además de este desprestigio que por desgracia están obteniendo, Josep Fontana habla de problemas internos como la tendencia al cientificismo y falta de globalidad. La falta de globalidad se debe a la historiografía, a la epistemología, a la multitud de tendencias con métodos y técnicas propios, así como diversas teorías cuyos defensores en ocasiones mantienen una lucha encarnizada entre ellos. Falta globalidad porque falta conjunción, falta una idea común sobre algo que es común, es decir, un hecho pasado que es evidente, que ha sucedido, llega a interpretarse de una perspectiva u otra llegando a veces a tergiversarse demasiado. Además está la tendencia a la fragmentación y a la especifidad, pues la compartimentación hace que haya menos visión de conjunto, menos visión global, algo contrario a la idea de Historia pues como se dijo, los hechos pasados nos determinan: somos lo que somos gracias a lo que hemos sido.

Es una lástima ver tal deterioro de una ciencia tan hermosa y tan precisa y más cuando se ríen por llamarla ciencia. Lo que falta es el esfuerzo conjunto de todos los apasionados por ella, seguir escribiendo la Historia y restaurar su valor. La cuestión es hacer que la gente mire al pasado y se sienta orgullosa de todos los que han luchado, de todos los que a base de sangre, sudor y lágrimas han conseguido que hoy vivamos en una sociedad más justa y libre, falta de ajustes y renovaciones pero mirando hacia un futuro mejor teniendo en cuenta simpre los hechos pasados para no cometer los mismos errores.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

117 HORAS EN LA VILLA DEL CASALE


Ahora en casa miro a un pasado inmediato recordando con añoranza aquellos buenos y malos momentos vividos en los entornos de esta villa tardorromana que pervivió materialmente hasta época medieval, si al caso hasta el siglo XIII d.C., y que permanecerá en mi recuerdo para siempre. Ha sido un largo tiempo vivido allí, trabajando en sus entrañas desenterrando los restos que la cubrían y que a la vez nos permitían trazar las líneas de su recorrido histórico. 117 horas dan para elaborar en la memoria una gran caja que guarde en su interior con aroma a polvo y sudor las imágenes, las palabras y aquellas experiencias que han aportado su granito de arena en mis conocimientos y en el camino de la vida que recorro, cada vez más acompañado, cada vez más fortalecido, cada vez más sabio para saber elegir por dónde tirar.
No es cursi el recuerdo sino poético, cargado de emoción y sentimientos dado que es mucho lo que ha aportado tanto en conocimientos como en amistades, en divertirse con moderación y en trabajar con responsabilidad, en observar aprendiendo y encontrar observando. No estuve directamente trabajando dentro de lo que es el edificio principal, objeto de admiración, conocimiento y belleza, sino en su entorno, en construcciones anexas al complejo y a día de hoy repletas de interrogantes y suposiciones hasta hallar más evidencias de lo que fueron desde época medieval hasta época tardorromana.
Un paseo por la edificación central nos hace ver su riqueza y maestría, su belleza y el lujo con el que fue erigida para dar cobijo a una persona de tan alto rango como fue posiblemente un senador e incluso las alusiones a Maximiano Hercúleo. La verdad con respecto al propietario es que esta villa es grande, pero no está a la altura de un emperador. Si fue con mucha probabilidad de un senador porque descartando las posibilidades es más seguro tanto por el lujo, los materiales, las dimensiones, los detalles, etc. Algo que definitivamente nos hace deducir su pertenencia a un miembro de rango senatorial es un mosaico, en proceso de restauración, emplazado a la entrada de las termas donde aparece una serie de alegorías sobre lugares e instituciones importantes de la Roma tardoantigua, siendo lo que veía el propietario desde su casa en dicha ciudad. Debido a tal posición nos lleva a concluir que fue un senador ya que veía el Circo Máximo desde atrás. Otros mosaicos con motivos orientales pueden mostrar las posesiones de este personaje en Oriente, así como su participación en comercio o acciones bélicas. Finalmente, con respecto al propietario, concluimos que no se trata de Maximiano tal y como se dijo en un primer momento, sino de un personaje de alto rango senatorial con muchas posesiones y actividades tanto en Occidente como en Oriente.
El acceso a la villa se realiza mediante un arco triunfal a tres formas, con tres arcos y cuatro pilones con columnas coronadas posiblemente con cabezas de emperadores. El resto del conjunto lo compone una basílica siendo el elemento principal y organizador del eje axial, luego vendría un patio peristilo a modo de jardín interno alrededor del cual se distribuyen las distintas estancias de la casa; a lo que vendría luego una pequeña estancia de entrada y el patio porticado cuyo inicio arranca en el susodicho arco triunfal a tres formas. Situándonos desde la basílica, a la derecha del eje axial se sitúa un acueducto que nos lleva hacia las termas en cuya entrada aparece el mosaico nombrado anteriormente sobre el poseedor de la villa. A la izquierda del eje un gran triclinio con pórtico ovoidal con pasillo rodeado de mosaicos y con conjuntos de tres habitaciones a derecha e izquierda, siendo las mejor conservadas las de la derecha con mosaicos en alusión a Dionisos y la vendimia, al amor y motivos florales y geométricos, respectivamente para cada habitación. Fuera de todo el conjunto se sitúan las letrinas, colectivas y con planta circular.
En este punto cabe destacar varios aspectos relacionados con lo descrito. En primer lugar aclarar que debido a las presentes obras de restauración, mantenimiento e incluso reconstrucción no he podido sacar imágenes completas de la mayoría de lo descrito debido a estar rodeado de andamios, plásticos, coberteras o incluso con acceso cerrado. Esto también me ha impedido conocer algunos detalles más que poder describir. En segundo lugar, todo lo que se ha descrito corresponde a una visita guiada en italiano, por lo que aparecen solo aspectos generales y descripción personal de todo lo visto. La imagen actual es de un “monumento” en pleno proceso de restauración, sólo está abierta al público la zona del triclinio y la parte arabo-normanda más oriental del complejo. Además, el curso de corrientes de agua subterráneas ha hecho que muchas zonas caigan o que los suelos adquieran ese característico ondulamiento.
En cuanto al estilo y los materiales cabe destacar la abundancia de todos estos ya que solo he podido observar suelo que no está decorado con mosaicos en zonas de las piscinas y baños de las termas donde había mármol o si había mosaicos han desaparecido y en la basílica, donde prácticamente todo el suelo es de mármol de muchas variedades. El estilo de decoración es típico romano con simbiosis del mundo etrusco y griego en cuanto a la combinación de techo adintelado con cúpulas así como formas redondeadas y rectas en paredes y capiteles en su mayoría compuestos.
La basílica es el punto de referencia para mostrar el norte en todo el complejo, más que todo como referencia en la excavación. Actualmente es el emplazamiento cuya reforma y reconstrucción es más destacada por su gran altura. El interior se decora con suelos de mármol y paredes con murales, pintura al fresco. Lo que verdaderamente llama la atención es el ábside del fondo, construido posteriormente y con un conjunto de refuerzos con contrafuertes muy bien conseguido. La altura en la que se ha fijado su reconstrucción se basa en suposiciones y cálculos a través de comparaciones con otras edificaciones similares, el grosor de los muros, tamaño y posición de los contrafuertes, altura del ábside, etc.
Toda el área de habitaciones que rodea al patio peristilo se halla decorada con mosaicos en perfecto estado de conservación. Alrededor de dicho patio, cuatro largos pasillos con imágenes de animales y vegetación oriental a ambos lados y escenas alegóricas arriba y abajo. Separando la basílica del peristilo, un largo pasillo con ábsides en sus laterales muestra todo un conjunto de imágenes referentes a motivos alegóricos de cada región de oriente como batallas, caza, comercio, transporte, etc. A la izquierda del patio, en una de las habitaciones se localiza el característico mosaico de las mujeres en bikini realizando distintas acciones, es además bastante llamativo como en una esquina se aprecia que bajo el suelo donde se emplazó este mosaico hay otro con motivos florales y geométricos.
Con respecto a escenas eróticas y pornográficas, abundantes por cierto, aparecen dispersas por diferentes lugares como en las termas, en una cercana sala con ábside a la izquierda de la basílica. Casualmente la mayoría están cerrados al turista actualmente por diversos motivos como la restauración y mantenimiento. Algo a destacar es además alusiones comparativas de la villa como de un burdel y es que hay además un mosaico en la puerta de salida de uno de los pasillos que rodean al peristilo en alegoría a los espermatozoides.
El triclinio, por suerte abierto actualmente a las visitas, destaca por los grandes mosaicos que cubren su suelo, con representaciones del mito de Ligurgo a la izquierda, Gigantomaquia arriba y Hércules en contexto dionisíaco a la derecha.
A modo de crítica constructiva, me atreveré a mencionar la problemática que puede suponer lo cobertera de metacrilato usada para proteger los mosaicos de las inclemencias del tiempo. En un principio resulta bastante útil, pero pueden provocar efecto invernadero. Fuera del espacio cubierto se ven bastante bien porque además de reconstruir el techo protegen como se ha dicho, pero dentro el calor es sofocante y en invierno si hay humedad esta se concentra. Para cuestiones de mantenimiento futuro no son muy ortodoxas, por eso el techo de las termas y de la basílica se construye en madera y con capas de aislante térmico y pluvial.
La zona donde se está llevando a cabo la excavación se sitúa en el sector suroriental de la villa, más debajo de una zona preparada para el visitante correspondiente a la ocupación árabe y luego normanda. Posiblemente ambas zonas se conecten, pero es algo que se podrá averiguar más adelante. Hasta ahora, el transcurso de las excavaciones y de lo hallado nos sitúa en el horizonte medieval de ocupación musulmana más inmediata y en estratos inferiores ya nos encontramos con el horizonte tardorromano correspondiente con la villa. En conjunto, hay una diversidad de estratos diferentes y de diversidad de restos cerámicos. Todo lo que se puede hablar hasta el momento son suposiciones y conjeturas, hecho del que me voy a privar al menos hasta que mi experiencia y mejores conocimientos al respecto me dejen dar el paso sin miedo y con buenos argumentos.

Fdo: José Manuel Durán Moreno,
editor del blog y estudiante de Historia.